Los calendarios siempre me han fascinado, tal vez por que nací en un 31 de diciembre y siempre me han hecho ver que era algo especial. Pero después de ahondar en los calendarios te das cuenta de que no tiene ninguna relevancia y que ha coincidido que no estamos en tiempos romanos y al César de turno no le ha dado por cambiar, añadir o cortar la semana.
La forma de contar los días, meses y años nos dice más de lo que muchos creen. Hace tres días que iniciamos el nuevo año, pero a lo largo y ancho del planeta todavía se siguen celebrando otras nocheviejas.
Para los chinos será el 31 de enero de 2014 comienza el año 4.712 según el calendario chino, y según su horóscopo corresponde con el Año del Caballo.
Para los persas es el Nouruz, día de Año Nuevo… Siempre comienza el primer día de primavera en el momento exacto del equinoccio. Esto significa que cada año, el Nouruz, comienza en una hora diferente. La precisión persa además de ser uno de los sistemas de medición que más años lleva en funcionamiento (aproximadamente desde hace dos mil años), es más exacto que el gregoriano. El nuestro acumula un día de error cada 3.320 años, mientras que el persa, debido a su complejo sistema de bisiestos, necesita 3,5 millones de años para adelantarse un día.
En Turquía por ejemplo, la celebración del año nuevo islámico es conocida como Sana Hégria y se realiza en el mes de Muharram. Los musulmanes aprovechan la fecha para recordar el día de emigración que hizo Mahoma. El calendario de esta religión es más corto que el gregoriano, por lo que su fecha varía. En 2013, se celebró el 5 de noviembre.
Uno delos primeros calendarios de la historia se talló hace 13.000años. Un artesano cromañón que en la edad de piedra habitaba en la actual Dordoña francesa, se debió dar cuenta de que los cambios de fases de la Luna eran fijos y predecibles. Tras semejante descubrimiento, se decidió a medir el tiempo y marcar una muesca cada noche sobre un hueso de águila, creando grupos de siete que reflejan el transcurso de días entre cada fase lunar.
De la Luna al Sol. La mayoría de culturas antiguas confiaba plenamente en la Luna y se guiaban por los doce meses lunares de 29 días. Esto hacía que sus calendarios se adelantaran cada año casi 11 días, un desajuste que en pocos lustros alteraba las estaciones. Una situación insostenible para quien seguía el almanaque para sembrar y cosechar.
Diversas culturas como la china, griega o babilonia Intentaron varias soluciones añadiendo días o meses cada cierto tiempo. Todas fracasaron. Egipto fue, hace casi seis mil años, la primera civilización antigua en corregir el error de la Luna y apostar exclusivamente por el Sol: el Nilo les abrió los ojos. El río marcaba las tres estaciones de la vida egipcia: riada, plantación y cosecha. La regularidad de este ciclo que duraba 365 días y se iniciaba con la aparición del astro Sirio, coincidía con el año solar. Organizaban el año en doce meses de 30 días, y comenzaba a finales del verano, con las primeras lluvias y riadas.
Otra cultura antigua que hizo suyo el tiempo solar fue la de los mayas. “Inventaron un sistema de calendario muy exacto. Cuando los españoles los conquistaron en el siglo XVI, el calendario juliano que estos llevaban consigo era menos preciso”, explica David Edwing Duncan en el libro “El calendario” (Emecé). El año maya también era de 365 días, dividido en 18 meses de veinte días.
El calendario Romano impuesto por César fue ideado por el matemático Alejandrino Sosígenes, que se basó en los cálculos de Calipo de Sísico, un científico griego del siglo IV a.C. que había cifrado el año natural en 365 días y cuarto (6horas), que cada cuatro años intercalaba un día extra (para ajustar el cómputo) entre el 25 y el 24 de febrero, y por ser el 24 el «sextus kalendas martii» el día extra se llamó «bis sextus», de donde viene el nombre de año bisiesto.
El calendario gregoriano es un calendario originario de Europa, actualmente utilizado de manera oficial en casi todo el mundo. Así denominado por ser su promotor el Papa Gregorio XIII, vino a sustituir en 1582 al calendario juliano, utilizado desde que Julio César lo instaurara en el año 46 a. C. 15 de octubre de 1582: en Roma, el papa Gregorio XIII decreta el calendario gregoriano en sustitución del calendario juliano.
Ese día, viernes 15 de octubre de 1582, vino después del jueves 4 de octubre, así que no existieron los 10 días anteriores. Hay una historia larguísima que no puedo escribir aquí, pero que Juan Eslava Galán explica curiosamente su libro “Cleopatra, la serpiente del Nilo”. Aunque el primer capítulo de este libro es un poco…. No se como describirlo, entraña en los capítulos siguientes muchas curiosidades como las del CALENDARIO JULIANO.
Entonces ¿Murieron Cervantes y Shakespeare el mismo día? Aunque se diga que ambos murieron el 23 de abril de 1616, no es cierto. Cervantes murió el 22 pero fue enterrado el 23. Sin embargo, en Inglaterra, regida por el calendario juliano, el 23 de abril de 1616 tuvo lugar diez días después que en España.
Así pues, Cervantes murió 10 días antes que Shakespeare.
¿Nació Newton el mismo año en que murió Galileo? Si usamos un único calendario, no. Galileo murió en Italia el 8 de enero de 1642 y Newton nació en Inglaterra el 25 de diciembre de 1642. La primera fecha es gregoriana y la segunda juliana. Según nuestro sistema, Newton nació el 4 de enero de 1643.
Rocío A.M.
Fuentes:
El laberinto de los Calendarios, Jon Fernandez.
Cleopatra, la serpiente del Nilo, Juan Eslava Galán.