Las medidas de Suiza contra el coronavirus son otro ejemplo de cómo gestionar una crisis sanitaria sin precedentes de la mano de políticas pragmáticas y orientadas a seguir manteniendo, en la medida de lo posible, el nivel económico de la población.
En muchos países de la Unión, los autónomos, pequeños empresarios o PYMES son el baluarte sostenedor de las economías nacionales, y sin estos no pueden salir adelante por la ausencia de liquidez económica generada por falta de actividad empresarial obligada, lo inmediatamente posterior a la crisis sanitaria será una crisis económica de órdago.
¿QUÉ HIZO SUIZA CON SUS PYMES?
Lo que hicieron en Suiza en este caso fue introducir un paquete económico de unos veinte mil millones de francos suizos de forma inmediata al ver la dimensión que estaba tomando la situación en todo en su entorno y la repercusión que podría tener en la economía. Diez días después de publicar su paquete de ayudas de veinte mil millones de francos suizos, se habían desembolsado ya quince mil millones a las PYMES por parte del gobierno, por lo que este decidió aumentar la cantidad a cuarenta mil millones.
Las medidas de Suiza contra el coronavirus están basadas en las buenas relaciones existentes entre el lobby bancario y las instituciones políticas nacionales. Este lobby tiene una capacidad de influencia elevadísima allí y sus bancos se encuentran a la cabeza del sector a nivel internacional con nombres como UBS y Credit Suisse. Lo mostramos con datos:
- En relación al PIB.
- Por otra parte, el sector bancario tiene una rama importante a considerar, y es la banca privada. Aquí Suiza es líder con seis bancos nacionales entre los veinte primeros y el UBS primero del sector en 2013 al administrar más de 1.700 billones de dólares. Abajo, otra gráfica para comparar el volumen de dinero que mueve el “subapartado” de la banca privada comparado con datos como el PIB, las exportaciones o el mercado farmacéutico global:
¿EN QUÉ CONSISTE EL MODELO SUIZO?
Las medidas de Suiza contra el coronavirus se apoyan sobre dos pilares:
- PRIMERO: las pymes pueden pedir un crédito inmediato de hasta un 10% de su facturación anual, con un máximo de medio millón de francos suizos.
- Este crédito lo dan los bancos a un interés del 0% y está garantizado totalmente por el gobierno suizo.
- El único requisito es una declaración de necesidad, la cual se basa en la presentación de documentación en la que se demuestren los gastos generados a partir del veinte de marzo y a las que las PYMES no pudieron hacer frente.
- SEGUNDO: préstamos hasta de dos millones de francos suizos.
- Este crédito lo dan los bancos a un interés del 0,5% anual.
- Está garantizado por el gobierno hasta el 85%. Del tanto por ciento restante (15%) se hace responsable el banco a una tasa a precio de mercado competitiva.
EN RESUMEN
Las medidas de Suiza contra el coronavirus mantienen diferencias de las que se están ofreciendo en España actualmente. Aquí, el 0% no existe y las tasas están oscilando entre un 1,5% y un 6% de media, dependiendo de cada entidad y su relación con el cliente, y con el primer año de carencia y a devolver en cinco años. Hay más opciones, pero básicamente esta representa una muestra simbólica.
Según información recogida de RTVE, el primer tramo de la línea de avales públicos se encuentra operativo desde el lunes 6 de abril y consiste en 20.000 millones de euros, de los cuales 10.000 millones están destinados a cubrir, con carácter retroactivo, los créditos concedidos desde el pasado 18 de marzo.
Además, la cobertura estatal de estos préstamos varía:
- Primera opción, el gobierno avala el 80% para los nuevos créditos.
- Segunda opción, el gobierno avala el 70% para la renovación de créditos.
- Tercera opción, para las grandes empresas, el gobierno avala el 60%.
En definitiva, los repartos de riesgo se han establecido según directrices políticas de gestión según los gobiernos nacionales de cada país, pero lo que sí está claro es que la carga deudora mayor recae en mayor proporción en España entre los autónomos, pequeños empresarios y pymes, los cuales tienen que asumir una caída drástica de su actividad económica contrayendo más deudas con su entidad bancaria con intereses en muchos casos excesivos y sin una expectativa clara del futuro de su negocio.