Antonio Ibáñez De Alba es un inventor español que ha registrado las patentes de unas mascarillas electrónicas y térmicas que consiguen destruir el coronavirus mediante biocidas y temperatura.
Este señor ha inventando dos tipos de mascarillas en función de dos sistemas que considera los más aptos para destruir el virus:
- Electrónica-térmica: son unas mascarillas que disponen de regulación de temperatura en su frontal y que va desde los 60 a 75 grados centígrados. El sistema es simple, ya que el volumen de aire con el que se trabaja es muy pequeño.
- De silicona: mascarillas de silicona que se pueden lavar con agua y jabón y que incorporan en su filtro de aire frontal biocida TP1 y TP2.
¿QUIÉN ES ANTONIO IBÁÑEZ DE ALBA?
Antonio Ibáñez De Alba es un ingeniero nacido en Chiclana, provincia de Cádiz y cuyo currículum se caracteriza por el de ser uno de los inventores más prolíficos en cuanto al registro de patentes con aproximadamente unas trescientas y que cuyo uso se encuentra repartido por todo el mundo.
Su experiencia laboral procede desde los trabajos que realizó para la NASA en los años noventa, hasta los más recientes en colaboración para los gobiernos español y saudita para crear túneles en el desierto por los que puedan circular los trenes de alta velocidad.
MEDALLA DE ORO DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL
Este señor ha recibido multitud de premios a lo largo de su carrera como inventor, entre ellos en 2008 recibió un galardón por el motor de combustión externa, o en 2003, el Premio del Salón Internacional de Barcelona por su Sistema de Seguridad de Piscinas Happy Bath.
Pero quizá el más llamativo fue el que le hizo ganador de la Medalla de Oro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual por el proyecto de Palmeras Artificiales para la Condensación de Agua en Zonas Desérticas. Esta invención, reflejada ya en varios libros de texto, le fue aceptada a Antonio Ibáñez tras una entrevista con Muamar Al Gadafi y su grupo de ingenieros.
Esta operación le costó al gobierno libio alrededor de 1.000 millones de euros y consistió en comprar 50.000 palmeras de plástico que harían bajar la temperatura en el desierto de 55 a 45 grados y que subirían el porcentaje de humedad del 5 a más del 30%, creando así un entorno más apto para la agricultura y la vida en el desierto de Fezzan.
Desde Peritaciones MGA consideramos el registro de las patentes como un paso fundamental para el futuro desarrollo de un proyecto, y con la nueva ley de patentes española se favorece económicamente dicha protección de las innovaciones por parte de pequeñas empresas y emprendedores gracias a la reducción de las tasas oficiales.