De todos es sabido que Hollywood necesita falsificaciones exactas o casi exactas de cuadros, u obras de arte para sus películas, es por eso que se encuentra, y he aquí el quiz de la cuestión, con un problema ¿Está Hollywood cometiendo un delito?.
La revista Vanity fair nos argumenta una serie de películas que han tenido problemas con sus originales, autores y/u herederos en el artículo Hollywood pinta cuadros falsos.
Recomiendo su lectura, pasa desde The Monuments Man o Ed Harris cuando recrea la vida de Jackson Pollock; 12 Monos Bruce Willis que recrea uno de los dibujos más famosos de Terry Gilliam: Neomechanical Tower (Upper) Chamber; en El abogado del diablo, con Al Pacino y Keanu Reeves, un relieve de mármol cobra vida entre lo demoniaco y lo sexual. La pieza es una réplica de la escultura Ex Nihilo Tympanum y otros sucesos similares.
Tribulaciones parecidas vivió el rodaje de La joven de la perla, protagonizada por Scarlett Johansson. El filme recreaba el trabajo y el genio del pintor barroco Johannes Vermeer (1632-1675). Al equipo de producción se le encargaron 75 cuadros. Y decidieron subcontratarlos a copistas chinos. La idea fue un desastre. En uno de los lienzos, La joven con un vaso de vino, cambiaron el rostro occidental por uno oriental, le dieron aire de beoda, confundieron la perspectiva e incluso le pintaron las uñas.
Dándole vueltas a una solución, el equipo creó una técnica digital que se basaba en encolar, con un barniz casero, una reproducción en papel sobre un lienzo y filmarlo usando diferentes tratamientos digitales de texturas. En este caso, el equipo sí logró el permiso del Museo Mauritshuis para reproducir La joven de la perla, aunque decidió no utilizar la infinidad de bocetos que habían pintado y que simulaban el proceso de creación de la obra por Vermeer. El propósito era mantener la tensión de la imagen en el espectador hasta el final, que es cuando se desvelaría el cuadro íntegro.
Extracto artículo Vanity fair.
Rocío A.M.
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