The Economics Times asegura que el Gobierno de India busca marca para sus famosas alfombras hechas a mano, y está trabajando para conseguir una marca de calidad que garantice que las alfombras cumplen con los parámetros de calidad mínimos.
EL MODELO A SEGUIR ES AUSTRALIAN WOOLMARK
Para hacerse una idea de la importancia que tiene el sector textil en el país hindú, en su organigrama político existe un ministerio dedicado exclusivamente a todo lo referente al sector de los tejidos. El Ministerio Textil de India (Ministry of Textiles) busca obtener el reconocimiento que otorga una marca tipo Australia Woolmark a la lana australiana, pero referida a la calidad y la elaboración de las alfombras artesanas que se producen allí.
AUSTRALIAN WOOLMARK: LANA DE CALIDAD
El hecho de que el Gobierno de India busque marca para sus alfombras no es ningún hecho aislado ni tampoco una rara avis en lo que a la protección de productos nacionales se refiere.
El caso de Australian Woolmark es un ejemplo de cómo una marca distingue a un producto de otro en apariencia igual. Una marca no son solamente colores ni logotipos, es mucho más y es la seña de identidad del producto que lo hará identificable al instante.
Desde que se creo el logotipo en 1964, dicha esfera representa un producto reconocible a nivel mundial y que describe las características del producto que representa gracias a la sencillez de su estética y a la calidad del producto que tiene detrás.
EL CASO HINDÚ
India ha sido tradicionalmente un país proteccionista a pesar de las últimas reformas a favor de la apertura de mercados internacionales. Recientemente firmó acuerdos de libre comercio con Corea del Sur y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, y ha iniciado negociaciones con la Unión Europea, Australia o Sudáfrica.
Del mismo modo y según información de la WTO (World Trade Organisation), India es el octavo exportador y décimo importador mundial de servicios comerciales, representando el comercio más de 40% del PIB del país en datos referidos a dos mil quince.
Específicamente India representa el cuarenta por ciento de las exportaciones de alfombras hechas a mano en el mundo, llegando a facturar una cifra que rondó los nueve mil millones de Rupias (con un cambio actual de la Rupia respecto al Euro de unas setenta y dos INR por EUR), es decir, cifras nada despreciables para un país deficitario en su balanza comercial y que tiene cerca a sus principales competidores en lo que a exportación de alfombras artesanas se refiere: Irán, India, China y Nepal.