Una estampilla magenta de un centavo de la Guayana Británica -que data de 1856- fue subastada el martes en Nueva York por una cifra récord de US$9,5 millones, anuncia la BBC.
De esta forma el sello impreso en negro sobre papel magenta y de 2,5 cm por 3,2 cm, se convierte en la estampilla más cara jamás subastada y en el objeto de mayor valor por su peso y tamaño, de acuerdo con la casa de subastas Sotheby’s.
La estampilla es la única superviviente de una serie especial reducida que fue impresa en la entonces colonia británica ubicada en el norte de Sudamérica.
Una larga historia
El sello entró en circulación luego de que en 1856 se retrasara el envío de un lote de sellos desde Londres y el jefe de correos pidió a los impresores del diario Royal Gazette, en Georgetown, Guayana Británica, producir tres sellos hasta que llegara el envío: uno magenta de un centavo, uno magenta de cuatro centavos y uno azul de cuatro centavos.
La estampilla tiene la imagen de un buque de tres mástiles y el lema en latín de la colonia que rezaba: “Damos y esperamos de vuelta”.
Detenidas siete personas -en Madrid y Alicante- e incautado en Córdoba un lote de cinco obras de arte con los que los detenidos pretendían conseguir 200.000 euros y que han sido depositadas en el Museo Arqueológico Provincial de Alicante.
También han sido recuperados diversos iconos griegos, piezas de marfil, esculturas de bronce, cruces talladas de plata y diez óleos sobre lienzos, entre otras piezas.
La intervención de los investigadores impidió la consecución de una estafa de 60.000€ por la venta de un supuesto bajorrelieve romano del siglo I, que también ha sido incautado, además de diversos iconos griegos, piezas de marfil, esculturas de bronce, cruces talladas de plata y diez óleos sobre lienzos, entre otras piezas.
La investigación se inició hace aproximadamente dos meses, cuando se conoció un intento de apertura de una cuenta bancaria por parte de dos individuos con múltiples antecedentes policiales por estafas de gran cuantía. Tras realizar una serie de indagaciones, se comprobó que estas dos personas figuraban como administradores de dos empresas de reciente creación, dedicadas a la importación de piedras preciosas desde África, que desde el primer momento se sospechó que actuaban como tapadera de alguna actividad ilícita.
Los investigados se hacían pasar por tratantes de obras de arte para cometer estafas. El grupo contaba con falsos especialistas en arte, captadores de clientes, depositarios e incluso un tasador que, a conveniencia de la operación a realizar, inflaba el valor de las obras que se disponían a vender. La operación policial culminó cuando se detectó el traslado en vehículo desde Alicante hasta Madrid, de un supuesto bajo relieve romano del siglo I, donde habían encontrado un comprador que estaba dispuesto a pagar 60.000 euros por la pieza. La vendedora por su parte les había denunciado al percatarse que estaba siendo víctima de una estafa.
Los investigadores practicaron registros en Alicante (2) y Córdoba (3), donde hallaron dos iconos griegos de plata, una tabla de marfil tallada, cuatro colmillos de marfil tallados, una pareja de emperadores japoneses de marfil, una pareja de minaretes de marfil, dos esculturas de bronce y marfil, dos cruces talladas de plata, tres trípticos de marfil, una virgen tallada de marfil y diez óleos sobre lienzos. Igualmente, se intervino diversa documentación relacionada con las supuestas estafas -contratos, peritajes falsos y actas notariales falsificadas-. La operación ha sido llevada a cabo por el Grupo de Delincuencia Económica y Fiscal –U.D.E.F.- de la Comisaría Provincial de Alicante y el Grupo I de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Comisaría General de Policía Judicial.